Hoy en tu día, agradezco:
Al padre, al Maestro, al amigo…
A su Alma generosa que veló por mi destino…
Al que me enseñó que los valores verdaderos no se compran con dinero…
Al que siempre me encaminó hacia mi propio sendero…
Hoy en tu día y con tu ejemplo;
aprendí a ser más humano, comprensivo y compañero…
Padre Amado, Padre Sincero;
Gracias por seguir llenando mi corazón, de Amor verdadero…