Bienvenidos a la Luna llena de Virgo, un momento propicio para tomar conciencia y ver más profundamente dentro de uno mismo los resultados o efectos de las acciones que nosotros mismos hemos generado, especialmente durante este último año y que tenemos ahora la oportunidad de corregir.
Y retomando el tema del mes de Virgo que está llegando a su final, uno de los trabajos espirituales más importantes de este mes, es la capacidad para retroceder al pasado y cambiar los efectos de aquellas situaciones en donde palabras y actitudes reactivas e impulsivas de nuestro ego, pudieron haber dañado y lastimado emocionalmente a otros, imaginando un final distinto en donde pudimos aceptar, perdonar, comprender y finalmente abrazar a la otra persona.
Esto sucede porque Virgo cierra la primera mitad de 6 signos centrados en el ego, dando la bienvenida al mes de Libra, primer signo de la segunda mitad centrada ahora en el “nosotros”; en donde nace con toda su fuerza la conciencia de que existe un otro, con necesidades similares a las mías, con el cual debo aprender a conciliar, negociar, armonizar y compartir.
Y cuando está por advenir Libra, esto nos lleva a aprender que para cambiar objetivamente necesitamos del espejo de un otro, que nos haga ver y saber, cuáles son nuestras actitudes egoístas que arruinan nuestra capacidad de relacionarnos bien, o por lo menos mejor, con los demás.
Virgo, por ser un signo de tierra regido por Mercurio, se relaciona desde la mente pero debe aprender a hacerlo desde el corazón por la influencia de Piscis, su signo opuesto y complementario de Agua, representando este elemento a la fuerza dadora, la bondad, la misericordia, el perdón y la capacidad suprema de dar y compartir.
Por ello esta luna llena es especial, ya que cae al final del signo y prepara el encuentro con el otro que se dará dentro de unos pocos días en Libra, el signo siguiente que como dijimos, marca el nacimiento de la conciencia del poder de dar y compartir del hombre, a diferencia de Aries su signo opuesto, en donde fue creada la tierra como lugar físico de la obscuridad, del ego y del deseo de recibir solamente para uno mismo, y es aquí justamente donde ese nacimiento consciente debe tener lugar.
Y para prepararnos mejor para desarrollar esa conciencia dadora, este es un mes en donde no solo podemos limpiarnos de actitudes pasadas que pudieron haber causado perjuicio a otros, sino de encarar y cerrar todo lo que esté aún inconcluso y pendiente en nuestras vidas, a fin de empezar un nuevo año de manera más consciente y libre del peso de las mismas.
Este es el significado profundo de una festividad que algunos de ustedes conocen como Rosh ha-shaná, que significa cabeza del año, y tiene lugar en la luna nueva o inicio del mes lunar de Libra.
Y volviendo a Virgo, este es un mes fuerte de “limpieza y depuración” que nos obligará a cambiar sí o sí toda nuestra naturaleza emocional, reordenando la misma hacia una nueva conciencia que abra nuestros corazones y nuestras mentes, hacia el cultivo de las virtudes superiores de nuestra Alma; dando lo mejor de nosotros mismos hacia los demás.
Este año, la Luna nueva de Virgo (conjunción Sol-Luna), se inició en inarmonía de oposición a Saturno, planeta que nos llevará a evaluar y asumir responsabilidad para cumplir y responsabilizarnos de lo que tenemos pendiente o inconcluso en nuestras vidas, mejor voluntaria o conscientemente, ya que de lo contrario las pruebas vendrán desde fuera y más duramente por la misma fuerza de los acontecimientos que pueden llegar a tener lugar.
Al mismo tiempo, este mes comenzó en inarmonía a Júpiter, debiendo cuestionarnos si nuestras metas y objetivos en la vida, las estamos encarando para satisfacer solamente a nuestro ego o realmente para ayudar, dar y compartir con los demás: esto es muy importante para preparar el encuentro con el otro en el próximo mes de Libra.
Júpiter nos llevará también a revisar y cuestionarnos si nuestras creencias y la espiritualidad que estamos empeñados en abrazar están dándonos o no, el crecimiento espiritual anhelado por nuestra Alma; pudiendo rectificar lo que no nos ha dado los resultados y el crecimiento esperado.
Por todo ello estamos en un mes de grandes cambios que vienen con una gran presión, de manera que no los sigamos postergando, ya que lo que sucede en el cielo no nos preguntará si tenemos ganas o no de cambiar, ni será condescendiente a nuestra tendencia a evadir o no enfrentar los problemas pendientes.
Otro indicio de este gran cambio es la entrada de Plutón en Acuario por los próximos 20 años, y es justamente durante los meses que van desde Septiembre a Noviembre de este año, que este planeta se despide del signo anterior de Capricornio, transformando las estructuras sociales vigentes a nivel mundial, que ya no sirven para la nueva humanidad que está por venir.
A esto se le suma que Urano, el planeta de las revoluciones y los grandes cambios en pos de la libertad individual y social, se pone en marcha inversa o retrógrada, indicándonos que primero debemos cambiar nosotros y no esperar a vengan afuera, ya que ningún político, mesías o salvador hará el trabajo espiritual de elevación de nuestra conciencia, que solamente nos corresponde hacer a nosotros.
Y ahora algunas sugerencias finales para trabajar en esta luna llena de virgo:
-Despojarnos de calificar, etiquetar, juzgar y criticar al otro de manera separativa y distorsionada por el velo de nuestra mente, ya que ésta no ve el panorama completo.
– Reflexionar acerca de si podemos ver y relacionarnos con ese otro tal cual como es y desde el corazón, siempre de manera nueva y sin interferencia de la mente, que etiqueta conforme al pasado, la imagen y la memoria que tenemos de sus actos.
-Aprender a aceptar la imperfección y los errores tanto propios como los ajenos, ya que este signo es amante de la perfección que solo es dada a Dios.
-Seleccionar a que emisora escucharemos, a la voz alzada de los pensamientos de nuestro ego o a los susurros generados por nuestra Alma, ya que las dos compiten por nuestra audiencia.
-Cuestionarnos los resultados de nuestras creencias espirituales aplicadas a la práctica a través de la siguiente pregunta:
¿Soy un ser más dador que antes?
-Cuestionarnos si nuestros actos de dar y compartir son con “agenda” oculta, basados en la necesidad de reconocimiento, cariño, aceptación de los demás: es decir si surgen de la especulación de nuestra mente, o se originan directamente en el corazón.
-Usar las técnicas de Virgo como ser la meditación, el servicio y la depuración física, mental y emocional que proporcionan la alimentación y la respiración sana, como herramientas o medios que nos sirvan para ayudar y compartir con los demás o para conectar con lo superior; y no como fines en sí mismas para sentirnos mejor.
-Preguntarnos antes de actuar: ¿esto que estoy pensando y que voy a hacer, traerá algún beneficio para los demás?
-Hacer lo contrario a lo que al ego le resulta más cómodo y fácil; por ejemplo:
No quiero ir: voy.
Quiero ir: no voy.
No quiero hablar: hablo
Quiero hablar a toda costa: me callo.
No quiero dar de mi tiempo, talentos o dinero: los doy.
-Transformar la duda y la incertidumbre de este mundo material e ilusorio de nuestro ego, en la certeza absoluta que el Creador nos dará, no lo que deseamos sino lo que necesitamos para el crecimiento y desarrollo de nuestra Alma, en donde pase lo que pase, vamos a poder responder y estar bien, ya que nuestra felicidad no depende de nada externo sino de nuestra conexión con la Luz infinita de bondad, amor incondicional y misericordia del Creador.
Y ahora una pequeña historia espiritual ilustrativa del presente mes de Virgo:
El discípulo se quejaba constantemente a su maestro Zen:
-No haces más que ocultarme el secreto último del Zen. Y se resistía a creer las consiguientes negativas del Maestro.
Un día, el maestro se lo llevó a pasear con él al monte. Mientras paseaban, oyeron cantar a un pájaro.
-¿Has oído el canto de ese pájaro? Le preguntó el Maestro.
-Sí, respondió el discípulo.
-Bien; ahora ya sabes que no te he estado ocultando nada..
-Sí, asintió el discípulo.
Moraleja:
Si realmente has oído cantar a un pájaro, si realmente has visto un árbol; deberías saber más allá de las palabras y los conceptos, ya que cuando lo miras y ves un milagro, entonces por fin has visto un árbol.
¿Alguna vez tu corazón se ha llenado de admiración cuando has oído el canto de un pájaro?
Les deseo un excelente mes y luna llena de Virgo