¡Bienvenidos a la luna llena de Géminis 2024!
La luna llena es el momento propicio del ciclo lunar, para tomar conciencia y hacer un trabajo espiritual sobre los defectos del signo en donde está el Sol, y también con el opuesto y complementario, en donde se halla la Luna, transformándolos en virtudes.
Y hoy el Sol se encuentra en Géminis y la Luna en Sagitario, de ahí que vamos a ver ahora que enseñanzas podemos aprovechar para seguir trabajando en nuestro camino espiritual:
Tomando al zodiaco como una rueda evolutiva, en donde cada signo representa un hito para la evolución de nuestra conciencia, tenemos que Géminis es su tercer peldaño; en donde surge con toda la fuerza, la necesidad de comunicarnos con los demás para salir del encierro de los dos primeros signos (Aries y Tauro); que parecen no necesitar mucho de los demás para satisfacer sus deseos y necesidades básicas…
Mercurio, el planeta que rige o representa a Géminis y también a Virgo; es el planeta más próximo al Sol y el que está más cerca de la fuente física que nos da vida y calor, y también de la fuente espiritual de Luz y sabiduría espiritual; siendo el más rápido de todos los planetas, ya que da una vuelta completa al zodiaco en tan solo los 88 días de duración de su año astrológico.
Este planeta posee temperaturas extremas que oscilan entre los 180 grados bajo cero y los 430, de ahí que aparezca ya con una dualidad extrema que por un lado llevará Géminis a pasar de una idea a otra velozmente, a poder hacer varias cosas al mismo tiempo y a deambular siempre entre los extremos, característica que lo llevó a ser el mensajero de los dioses, llevando información desde el infierno del Hades, a la morada de Zeus en el cielo olímpico.
Por ello Géminis es el buscador y comunicador por excelencia, el “google” del zodiaco, y nos plantea este mes grandes desafíos a superar como ser:
-No poder concentrase en el presente, ya que mientras está haciendo una cosa ya está pensando en la otra.
-No saber como hacer una síntesis de toda la información que recolecta; debiendo acudir a Sagitario, su signo opuesto y complementario, para extraer algo sintético, profundo y útil que pueda aplicar a su propia vida.
-No poder controlar el órgano de la comunicación que es la lengua, ni su innata curiosidad que lo lleva a hablar de manera superficial, ya que aparenta saber de todo siendo muy teórico, intelectual y por consiguiente muy poco práctico.
A este efecto cabe recordar que la sabiduría y el conocimiento no debe confundirse con información o instrucción, y que para realmente saber, hay que experimentar lo que se estudia, tanto en lo concerniente al mundo físico, como al mundo espiritual.
La gran diferencia entre Géminis y Sagitario radica en que Géminis puede dar una conferencia por todo lo que leyó o estudió sobre Grecia, en cambio Sagitario viaja ahí, lo recorre de punta a punta, conoce y habla con su gente, para después hacer una síntesis que realmente nos sea de utilidad si queremos y nos decidimos a viajar.
Entonces uno de los desafíos de Géminis es transformar lo que comunica, viendo que dice ,como, cuando, y a quien lo dice; ya que suele ser verborrágico, hablando a destiempo y siendo portavoz de noticias negativas, chismes e información superficial, con lo que su ego pretende demostrar que “sabe mucho de todo” cuando en realidad sabe poco, o “nada de nada”…
De ahí que en esta luna llena y durante todo el mes de Géminis, debemos ponerle un “freno” a la lengua, controlando y haciendo restricción sobre que decimos, como uno de los aprendizajes y lecciones fundamentales que podamos aprender, para contribuir así, y con nuestro granito de arena, a la elevación de la conciencia que tanto necesita este mundo para aspirar a su destino de Luz que está esperando pacientemente que maduremos y podamos despertar…
Para finalizar quiero compartirles un pequeño cuento espiritual titulado “las plumas al viento”:
Había una vez un hombre, que un día comenzó a contar mentiras acerca del sabio del pueblo, pero luego, y dándose cuenta de lo incorrecto de su actuación; fue a pedirle perdón y le preguntó como podía corregir su error…
El sabio le pidió una sola cosa: tenía que agarrar una almohada, subir con él a un balcón, abrirla con un cuchillo, y esparcir sus plumas al viento…
El chismoso se quedó extrañado, pero decidió complacerle y le preguntó:
– ¿Ya estoy perdonado?
– ¡Primero tienes que ir a recoger todas las plumas! -respondió el sabio.
– ¡Pero eso es imposible! El viento ya las ha dispersado -protestó el chismoso.
– Pues igual de imposible es deshacer el daño que has causado con tus palabras -concluyó el sabio; ya que ellas no pueden llevarse la lengua y los labios que les dieron alas…
Moraleja: la lección no puede ser más clara: una vez que dejamos salir las palabras no podemos recuperarlas, y a menudo nos resulta imposible arreglar el daño que causan.
Por eso, antes de contar cualquier cosa sobre alguien, recordemos que estamos a punto de soltar plumas al viento…
¡Que tengan una buena luna llena y mes de Géminis!