Luna llena de Capricornio

Bienvenidos a la luna llena de Capricornio, la última del año, y que tiene como cada una de ellas un significado práctico y aplicable a nuestra vida espiritual.

Y al ser Capricornio el último de los tres signos de tierra, esta naturaleza práctica se agudiza, ya que este signo representa la culminación o “cima” de todos los esfuerzos y ambiciones humanas de llegar con éxito al cumplimiento de las metas individuales y sociales.

De los tres signos de tierra, Tauro y Virgo ocupan la primera mitad del zodiaco que está centrada en la satisfacción de las necesidades de supervivencia y perfeccionamiento del ego; en cambio Capricornio, al estar en la mitad superior de los signos centrados en el “nosotros”, fusiona sus ambiciones personales con las sociales, ocupando por lo general cargos directivos de alta responsabilidad, y donde tiene que ser el “sostén” de otras personas.

En cambio, Cáncer el signo opuesto en donde hoy está la Luna, necesita ser “sostenido” por Capricornio; ya que carece de su “temple”, seguridad, ambición, dureza y fortaleza; de ahí que necesite “envolverse” en la tibia seguridad de la madre, el hogar o el grupo de pertenencia.

Y que no es la vida, sino el lento pasaje que transforma la inseguridad en seguridad, la necesidad de recibir protección a darla, y la dificultad de dejar el hogar de la infancia para convertirse en un adulto responsable de sí mismo, y que pueda sostener a los demás…

De ahí que tanto Capricornio como Saturno su planeta regente, representen las virtudes que se alcanzan en la madurez; que son justamente la constancia, la paciencia y la perseverancia que se necesitan para llegar a insertarse exitosamente en la sociedad, junto con asumir la entera responsabilidad por los propios actos.

Capricornio representa también las duras pruebas a las que el destino labrado por nuestros propios errores nos somete, de ahí que Saturno sea “el señor del karma”, rigiendo en el cuerpo la piel, los huesos, las articulaciones y las rodillas, con las cuales nos hincamos con humildad ante las dificultades y el peso de la vida material.

Y el sitio en donde está Saturno en la carta natal, nos agrega en que áreas de nuestras vidas pasadas hubo incumplimiento, por ello tenemos ahora la gran oportunidad de hacer el trabajo de corrección que vino a hacer nuestra Alma para saldar las deudas pendientes, por un lado, y por el otro; para desarrollar y compartir generosamente nuestro “Dharma”, dones y talentos con los demás.

Y es en este mes, que debemos mirar para atrás y redefinir las metas a lograr;  trazando planes y redoblando todos los esfuerzos, para una vez pasado el receso vacacional, encaminarnos hacia un año nuevo plenos de bendiciones y realizaciones.

Decimos siempre que los signos no son buenos ni malos, ya que nos muestran con una moneda, los defectos a vencer y las virtudes a desarrollar.

De ahí que los defectos capricornianos sean la rigidez y falta de flexibilidad para poder expresar mejor lo que sienten, ya que esto les cuesta por su naturaleza terrestre y que no implica que no sientan; también el esforzarse hasta el límite de su resistencia física, cargando sobre sus espaldas no solo las responsabilidades propias sino también ajenas.

Otros defectos son la ambición desmedida y la falta de empatía por el sufrimiento ajeno; el exigirle a los demás tanto como a sí mismo, y la falta de dedicación a su familia por estar siempre ocupado con asuntos y temas profesionales, postergando el disfrute y placer para “cuando haya tiempo”.

De ahí que los principales desafíos y retos de este mes y luna llena de Capricornio sean:

-Ver en que áreas de vida debemos ser más tolerantes, pacientes y constantes.

-Ver si las metas que nos hemos trazado siguen siendo las mismas o debemos cambiarlas.

-Flexibilizar no solo el cuerpo a través del ejercicio, sino las emociones y nuestra mente para no caer en rutinas rígidas e inamovibles.

-Aprender que cada tanto es bueno quebrarse, llorar y pedir ayuda o consejo ajeno, ya que no podemos solos con todo y con el enorme peso de responsabilidad que ello conlleva.

-Ser más pacientes y tolerantes con los errores propios y ajenos, enseñando a crecer y respetando los tiempos de cada uno para lograr “despegarnos” del nido canceriano.

-Tomar conciencia que ninguna estructura rígida permanece en el tiempo, y que esto es una ilusión de nuestro mundo físico-material, ya que hasta aún una montaña puede desaparecer en un terremoto: de ahí que en el signo siguiente de Acuario se geste lentamente el cambio, la revolución y la ruptura contra el orden fijo e inamovible, creado y establecido por Capricornio.

Dicho esto, las conclusiones y aprendizajes finales para esta luna llena son:

-Lo único que permanece es lo que cambia.

-Si no nos flexibilizamos con el cambio del mundo, estamos cimentando las bases para un futuro sufrimiento.

-Valorar los vínculos familiares, dedicándoles tiempo y atención.

-Dedicar tiempo para disfrutar de la vida, ya que no es todo trabajar y trabajar.

Y por último y muy importante: aunar nuestras metas personales con las sociales, ya que el mundo se mueve con cada granito de arena, que si se pone contemplando las necesidades ajenas y no solamente las propias; inclinará el platillo de la balanza un poquito más hacia el bien, la evolución y el mejoramiento del ser humano en su totalidad.

Les deseo que tengan un hermoso mes y luna llena de Capricornio!

 

 

 

Marcelo Grosz

 

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