¡Bienvenidos a la luna llena de Aries 2024!
Para poder comprender lo que representa este primer signo zodiacal que es Aries, debemos decir que éste representa la fuerza del deseo; un deseo que surge como una respuesta lógica, debido a que la iniciativa y la voluntad del ego se habían disminuido mucho en el signo anterior de Piscis, el último de la rueda zodiacal.
El deseo es el motor de todas nuestras acciones sean positivas o negativas, de ahí que lejos de querer suprimirlo o anularlo como predican ciertas corrientes o doctrinas espirituales, se lo debe acrecentar, especialmente cuando surge de nuestra Alma, como sed y ansia por el crecimiento, la transformación, el conocimiento espiritual, el servicio y ayuda a los demás y fundamentalmente, con la conexión a lo superior, a través de la meditación y la oración.
De ahí que en Aries; surja el deseo con toda la fuerza, la gana, el empuje y la inexperiencia que caracterizan a este signo de fuego, que gusta competir y abrirse paso en el medio social embistiendo con los cuernos del carnero, su símbolo; a quienes se opongan a su fuerza avasalladora y a sus deseos de “ser alguien” y triunfar en la vida.
Por ello, cada año la energía de Aries nos pone ante un desafío: regenerar, transformar y reorientar la naturaleza de nuestros deseos, a fin de que estos sean gobernados por nuestra Alma y no por nuestro ego.
Aries es entonces la “semilla” de todo el año astrológico, y contiene en ella, todo el potencial espiritual que podemos llegar a desarrollar para transformar toda nuestra oscuridad y reactividad en Luz, con la particularidad y la gran oportunidad, que este signo representa a nuestro deseo de recibir solamente para nosotros mismos, convirtiéndose así en una especie de “campo de batalla espiritual”, porque a mayor oscuridad, más posibilidad de revelar nuestra Luz interior.
De ahí que Aries represente a los niños hasta los 7 años, cuyo deseo de recibir solamente para sí mismos es máximo y debe ser satisfecho, para que no caigan en llanto y desconsuelo.
Y es así como nuestro “niño interior”, más tarde disfrazado de nuestro ego, opera de igual manera; pero contamos para ello con la ayuda de nuestra conciencia y del deseo de recibir, pero esta vez solo para dar y compartir, que es el que marca la diferencia.
Y para poder lograr éste singular objetivo debemos partir de una base muy sencilla que nos la da Libra su signo opuesto y complementario, y es tener en cuenta al otro para no ser impulsivo tanto en las acciones como en las reacciones, ya que éstas podrían causarnos graves perjuicios dentro del ámbito de las relaciones personales.
Libra, y a diferencia de Aries, busca conciliar, acordar y armonizar con el otro; pero al ser un signo de “aire” vacila, ya que no puede actuar y decidir sólo por la sencilla razón que no quiere cargar con la responsabilidad o los resultados de la acción; debiendo aprender y tomar de Aries la valentía, el coraje y el valor necesario para emprenderla, sin dar tantas vueltas y rodeos.
Aries, por el otro lado, debe aprender de Libra el arte de la cooperación y colaboración con el otro que tanto le cuesta; suavizando sus maneras toscas e impulsivas, ya que en el mundo no se encuentra sólo y su libertad de acción tiene sus límites.
Y aquí debemos entender que el libre albedrío que nos otorgó el Creador no es para hacer “lo que nos de la gana”, sino para resistirnos a las gratificaciones y deseos egoístas de nuestro ego, a fin de convertirnos en seres más dadores, generosos y comprensivos.
Eso es encontrar la libertad verdadera y las gratificaciones duraderas de nuestra Alma, ya que el ego, al carecer totalmente de libertad; es movido por los impulsos reactivos, que como una marioneta, lo gobiernan a su antojo.
Entonces, ¿cuáles son las lecciones y aprendizajes que podemos llevar a la práctica en esta luna llena?
-Tomar conciencia de nuestras impulsividades y egoísmos, empezando a “registrar” más al otro, que existe y tiene necesidades similares a las mías.
-Terminar con el juego favorito del ego: el “yo-yo”; observando si no abusamos de nuestra necesidad ariana de auto-afirmación por encima de los demás, y deseando recibir solamente para nosotros mismos.
-Controlar nuestros impulsos agresivos y reactivos que muchas veces dejan descolocado al otro.
-Aprender a negociar y a transigir; lo cual no implica tener que renunciar siempre al propio deseo, sino buscar un acercamiento o una tercera opción, ya que en todas existen grises y las cosas no son solamente blancas o negras: “hoy por ti y mañana por mí”.
-Utilizar el valor y el coraje de Aries para transformar el propio egoísmo, ya que eso es “ser verdaderamente un adulto”; dejando la comodidad de lado, los caprichos y los berrinches propios de nuestro “niño” interior.
-Aprender a poner límites “con amor”, de manera firme, pero sin enojarse; ya que solemos ser demasiado duros con quienes tenemos que ser blandos, y demasiado blandos con quienes tenemos que ser más duros.
-Ver dentro nuestro las “excusas” que nos llevan a no compartir como ser: no tengo tiempo, estoy muy grande para eso, no tengo ganas, quizá más adelante y otras.
-Aprovechar al respecto en esta luna llena y durante todo el mes de Aries, todas las oportunidades de dar y compartir, para transformar el egoísmo en Luz.
-Usar a Marte, el planeta regente de Aries y dios griego de la guerra, para batallar no contra nuestros “enemigos” externos, sino contra los internos; como ser la bronca, la impulsividad, la agresividad, los celos y la envidia; recordando que es más fácil entrenar y hacer un esfuerzo físico que batallar contra solo una de estas emociones negativas.
En conclusión:
Solo así podremos hacer de este mes una oportunidad única de cambiar nuestra naturaleza instintiva, ya que si bien fuimos creados con este inmenso deseo de recibir, el propósito final es convertirlo en recibir sí, pero para dar y compartir.
Y esta es la única forma de que podamos dar un paso adelante que nos convierta en los seres más “humanos” y menos impulsivos que necesita nuestro mundo, a fin de que brille con toda su intensidad y fuerza la Luz del Creador en él…
¡Que tengan una hermoso mes y luna llena de Aries!