Bienvenidos a uno de los meses y regalos más importantes del año: el mes de Leo, el mes del corazón, el órgano más importante de nuestro cuerpo ya que ahí se asienta el Alma humana.
Sin corazón físico no hay vida, y sin activar el corazón espiritual nuestra vida es como un regalo desperdiciado y que no sabemos aprovechar.
Leo rige el corazón, que es el camino directo a la posibilidad de revelar más Luz aún que a través de la sabiduría; por ello es a través de nuestras acciones de dar y compartir que tenemos la posibilidad de abrir este gran regalo, y que nos da la oportunidad de crecer y desarrollarnos espiritualmente.
Y todos nuestros sufrimientos se deben a que nos encerramos en nosotros mismos, o por el contrario creemos que damos, pero lo hacemos pretendiendo recibir algo a cambio, sea en forma de reconocimiento, éxito, apreciación y afecto de los demás.
Pero para dar desde el corazón debemos crear afinidad con la fuente de toda Luz, Amor y sabiduría, a imagen del sol físico que da su Luz y calor cada día sin pedir nada a cambio…
Leo es el único mes del año astrológico que está regido por una estrella: el Sol, y en que la luz espiritual del creador está disponible en forma de generosidad, bondad y amor puro; para que nos nutramos de estas cualidades y podamos irradiarlas a los demás.
Cuando Leo funciona bien, esa generosidad humilde lo hace brillar y destacarse porque busca enseñar, compartir y ayudar allí donde le toque estar; pero cuando funciona mal, es como un rey despótico que gobierna de manera autoritaria y cuya intención final es dividir para reinar.
Leo es un signo que puede entonces ser uno con los demás o establecer distancia y separación con sus súbitos para que lo admiren y aplaudan por su virtudes y talentos, de ahí que el signo opuesto de Acuario sea tan distinto en el sentido de que Leo no sabe ni puede trabajar en equipo ya que le gusta mandar, figurar y ser el centro de atención.
Esto viene y se da por el pasaje del signo anterior de Cáncer hacia Leo, en donde se origina la necesidad de diferenciarse de la pertenencia anónima y protectora de la familia para encumbrar a uno de sus miembros destacándolo por encima de los demás por sus dones y talentos.
El otro gran regalo de este mes es saber que esas capacidades no son nuestras sino prestadas por el Creador, y como prueba para ver como las utilizamos; obtener adulación o para darlas y compartirlas generosamente y con humildad con los demás.
Es así entonces como dar y despertar Amor al prójimo es nuestra gran prueba y regalo de este mes, sin exigirlo a otros ni pretender recibir nada a cambio, ya que es una capacidad innata del ser humano que está a disposición de todos.
Y aquí no estamos hablando de amar a nuestros familiares y amigos más queridos sino a aquellos con quienes nos sentimos molestos, irritados e incómodos, recordando que el Sol brilla para todos por igual sin hacer distinción ni diferencias.
En síntesis, damos amor no para ser más buenos y generosos que otros, ya que esa es una trampa de nuestro ego llamada falsa humildad; sino para elevar nuestro corazón hacia las alturas del Alma y unirnos más a la Luz del Creador: fuente de todo Amor, Sabiduría, Bondad y comprensión.
Y cuando comprendamos esto y lo practiquemos, recién estaremos en condiciones de pasar y abrir los grandes regalos del mes próximo de Virgo, en donde las virtudes de Leo podrán ser puestas de manera práctica y eficiente al servicio de quienes están esperando hace mucho tiempo nuestro despertar…
Que tengan un hermoso mes de Leo!