La enseñanza espiritual de una flor:
Las flores no solo nos comparten sus hermosos colores sino la perfección y belleza de la Creación…
Pero hay una enseñanza más profunda aún, encerrada y develada en su perfume, que nos inunda de aroma justo antes de empezar a marchitarse.
Y esto es como si nos regalara lo mejor de sí antes de partir al infinito ciclo de muerte y resurrección, dejándonos el ejemplo de que nuestras vidas deberían también florecer y entregar lo mejor de nosotros y de nuestros dones y talentos a fin de ser aprovechados por los demás…
Y si lo podemos hacer mientras tengamos la energía, vitalidad y el entusiasmo mucho mejor aún, ya que quien vive así habrá aprovechado al máximo esta vida, que como gran regalo; nos bridará el perfume necesario para ganarle tiempo a la marchitez, marchitez que llegará algún día pero como en las flores; con toda su belleza, amor y sencillez…