Según la sabiduría de la Kabbalah, el poder del deseo se asemeja a una vasija. Si esta es grande puede recibir mucha más Luz y bendiciones de parte del Creador, ya que al ser dador por excelencia, siempre quiere darnos más en su infinita generosidad…
De ahí que la vasija, nuestro deseo, represente al deseo de recibir para solamente para uno mismo, que generalmente y si lo pensamos bien, se enfoca solamente en bienes o asuntos relativos al mundo material como ser dinero, éxito, fama, reconocimiento, valoración, respeto, tener la razón, etc.
La Kabbalah, contrariamente a otros corrientes espirituales que proponen anular o disminuir el deseo para sufrir menos, afirma que éste es la fuerza motora más importante del hombre…
Y existe una analogía del deseo con la vida, ya que cuando el deseo disminuye sobrevienen la falta de motivación, la depresión, la amargura y el descontento; es decir, que a mayor deseo más vida; alegría, esperanza y capacidad de lucha para conseguir las metas que tanto deseamos.
Ahora, si solo deseamos cosas del mundo material, la satisfacción que producen una vez conseguidas genera un nuevo vacío y el desear otra cosa en su reemplazo, ya que el ego nunca se satisface y siempre quiere más y más…
De ahí que la satisfacción transitoria de cualquier deseo del ego nunca garantizará nuestra felicidad, ya que ésta solo proviene de la satisfacción de los deseos del Alma que provienen principalmente de dar y compartir lo que mejor sepamos hacer con los demás…
También el poder entender la vida a través de la sabiduría espiritual y a ayudar a otros a lograrlo, transformando así nuestra naturaleza reactiva, victimaria e impulsiva en proactiva, convirtiéndonos en seres más responsables, dadores y generosos…
Por ello y para finalizar, revisemos cual es la naturaleza de nuestros deseos cotidianos y si están centrados en las demandas de nuestro ego o de nuestra Alma, de ello dependerá nuestra felicidad y ganas de vivir, ya que cuanto más grande sea nuestra vasija más Luz podrá recibir y lo que es más importante: tendremos mucha más Luz para compartir…