Decía Julio Cortázar: “Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma.”
Se dice que las palabras tienen el poder de construir o destruir, distinguiéndonos de todos los demás reinos de la naturaleza gracias a esta capacidad.
Nuestra boca donde las cosas se manifiestan, y es a través del poder de nuestras palabras que en realidad podemos crear y llevar a cabo nuestros pensamientos.
Cuando comenzamos a hablar de una idea ésta obtiene vida y comienza el proceso de manifestarse en nuestra propia vida.
El poder del habla no puede subestimarse ya que podemos limitarnos inconscientemente según las palabras que usemos.
Y si las palabras tienen el poder de construir o destruir, ¿por qué escogeríamos hacer lo segundo?
La verdad es que solo decimos palabras de negatividad por nuestra negatividad interior, y desafortunadamente, los miedos y las envidias podrían hacer que hablemos de formas que nos destruyen a nosotros y a los demás.
Podríamos impedir que alguien realice una acción positiva con palabras que desmotivan, degradan o causan temor. Sin embargo, podemos ayudar a los demás a alcanzar grandes cosas al motivarlos con palabras positivas de aliento.
Tenemos un poder colosal en lo que decimos y solo cuando hablamos desde el corazón es que usamos el hermoso regalo del habla para crear la positividad que necesitamos en este mundo. Todo lo que queda es amor y palabras de amor, simplemente si hablamos desde el Alma, desde el corazón…
Kareen Berg