Ciencia y Espiritualidad

 

Ciencia y espiritualidad, una convergencia maravillosa:

La física cuántica sostiene que estamos compuestos, al igual que el universo, por partículas de materia cuantificables y ondas, que son emitidas por las primeras; siendo las ondas las que permiten que nos escuchemos unos a otros (sonoras), que nos veamos, (lumínicas), o que podamos sintonizar una misma radio cada cual desde la comodidad de su hogar…

Pero lo más asombroso es que como todo vibra en distintas frecuencias de onda, nuestra mente puede “descender” hacia ondas densas que contaminan nuestra mente, o “ascender” hacia frecuencias más elevadas por medio de la concentración en la respiración, la meditación y la oración…

Dios; la Luz, el Absoluto, o la energía que impregna todas las cosas creadas, es la frecuencia de onda más alta del universo; de ahí que para “conectar” con esa fuente infinita de Sabiduría, Amor y bendiciones, podamos a través de las herramientas mencionadas alcanzar, por momentos, esa “unión” tan anhelada con el mundo espiritual…

De ahí que podamos elegir, con el libre albedrío que el Creador no ha dado, con que frecuencia de onda queremos conectarnos, porque la Luz está siempre, pero hay que alcanzarla, y de eso se trata parte de nuestro trabajo espiritual…

Y lo más asombroso es, que mandando individualmente o en grupo una frecuencia de onda elevada con la intención de sanar a una persona, esa vibración pueda modificar la materia física y la enfermedad de la otra; dado que la mente y la conciencia son los agentes mayores de cambio con que cuenta nuestra naturaleza “humana” y sensible…

Las ondas están e impregnan todo el universo, ya que a diferencia de algunas partículas se expanden infinitamente; y si Dios es la más elevada, podemos entender ahora porque se dice que está en todas partes y al mismo tiempo, ya que el espacio, el tiempo y el movimiento, son solo “realidades” aparentes del mundo físico y material en que vivimos.

Y como conclusión, la física cuántica determinó “científicamente” que el ojo del observador modifica el comportamiento de la materia, de ahí que la ciencia esté ahora avalando lo que la sabiduría de la Kabbalah y otras determinaron como una realidad hacia miles de años; por ello cambiar y evolucionar es posible, siempre y cuando modifiquemos con que “ojo” vemos al mundo que nos rodea, y como podamos relacionarnos más  amorosamente con nuestro prójimo…

 

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